En la tarde del sábado un enorme estruendo seguido de una gran polvareda procedente del interior del edificio que albergó al “Hotel Barcelona” sobresaltó a los vecinos de la zona, llegando los más próximos a abandonar sus domicilios por temor a un derrumbe de los mismos. Los bomberos y la Policía Local acordonaron la zona y, según el informe de los técnicos municipales, la estructura del edificio no se ha dañodo y no hay peligro de que se derrumbe. En esta misma zona de la ciudad hay varios edificios que han sido desalojados por amenazar ruina.

El edificio, situado en la Avenida de Pontevedra está siendo demolido en su interior para la construcción de viviendas. Parece ser que el derrumbe de una parte de la techumbre fue debido a la acumulación de agua por las últimas lluvias registradas en la capital.

Este emblemático edificio está protegido por el plan especial de reforma del casco antiguo de la ciudad y su remodelación fue autorizada con la prohibición de desmontar ni dañar la fachada que da a la plaza del Bispo Cesáreo. Por fortuna todo se quedó en un susto al ser sábado y no encontrarse nadie trabajando en el interior del edificio.

Foto: La Región