El diseño urbanístico de Ourense se desplegó alrededor de las míticas fuentes termales de As Burgas y del Río Miño. El casco antiguo, presidido por la Catedral, es el punto de partida ideal para emprender las excursiones sugeridas por la ciudad. La mayoría de los hoteles en Orense se sitúan en esta zona.
Las fuentes termales de As Burgas han sido el motor que impulsó la existencia de la ciudad de Ourense. Las mismas fueron declaradas “Conjunto histórico artístico” en el año 1975. Estas aguas son hipertermales, y en virtud de sus características son aplicables a varios tipos de dermopatías.
La Ponte Vella es uno de los símbolos más importantes de Ourense. Fue construida durante la dominación romana. De sus orígenes solamente permanecen algunos sillares de las bases.
Los templos son los grandes anfitriones del patrimonio histórico. Se destacan: la Iglesia de Santo Domingo, la Iglesia de la Santísima Trinidad, la Iglesia de los Franciscanos, la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios y la Iglesia de Santa Eufemia.
Los parques y plazas le han concedido un encanto especial a la ciudad de Ourense. El Jardín del Posio es uno de los pulmones verdes de la ciudad, donde los más pequeños pueden entretenerse en un renovado parque infantil.
Las rutas culturales de Ourense y sus alrededores ofrecen una magnífica opción para los turistas que deseen vacacionar este invierno o simplemente pretenden improvisar una escapada de fin de semana.
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